Cantabria. Nuevas evidencias arqueológicas

Con el título de “Cantabria: nuevas evidencias arqueológicas” se presentó, a principios del año 2015, una novedosa iniciativa cultural que tenía como principal objetivo fomentar el conocimiento entre la población de las raíces históricas de Cantabria, además de la defensa de su patrimonio histórico y artístico, a través de la difusión social y puesta en valor de las últimas actuaciones arqueológicas llevadas a cabo en la comunidad autónoma cántabra o aquellas que tuvieran que ver con los límites territoriales de la Antigua Cantabria. Un proyecto ideado y organizado por la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC), que contó con la inestimable colaboración de la web cultural Regio Cantabrorum.

La iniciativa se desarrolló durante los meses de febrero a mayo del año 2015, mediante la celebración de siete conferencias en la sede de ADIC en Santander. Las charlas se llevaron a cabo por los ponentes que participan de forma activa en la edición de este libro, contando todas ellas con el favor del público que llenó la totalidad del aforo. Igualmente, las ponencias fueron grabadas en vídeo, y compartidas públicamente en la red social YouTube, para así conseguir una mayor difusión.

Asimismo, otro de los propósitos fundamentales del proyecto es que sirva de plataforma para apoyar, de forma decidida, a los actuales arqueólogos profesionales e investigadores cántabros, que con una evidente escasez de medios y apoyos institucionales, ponen su empeño personal en el logro de nuevos descubrimientos que ayuden a conocer mejor los orígenes históricos del pueblo cántabro.

Continuando con la línea de actuación inicial, desde ADIC consideramos que el excelente trabajo realizado en las ponencias, podría quedar perfectamente plasmado con la publicación de un libro que recopilará toda la información mostrada en las conferencias sobre los nuevos hallazgos arqueológicos en Cantabria. Así que los mismos ponentes han escrito y documentado -por medio de imágenes, mapas y gráficos- los correspondientes artículos que hemos compilado en esta edición.

Los trabajos de campo de un nutrido grupo de arqueólogos y arqueólogas son los protagonistas reales de esta obra, la cual expone de manera concisa gran parte de los últimos descubrimientos llevados a cabo por ellos en territorio cántabro. Unos equipos de trabajo, que con grandes dosis de esfuerzo y entusiasmo personal, han logrado sacar a la luz una serie de evidencias arqueológicas de incalculable valor, que en ocasiones hacen incluso plantearse reescribir aspectos concretos de la historia antigua de Cantabria. Unos hallazgos, que aunque a lo largo de las sucesivas páginas del libro se enumeran y detallan de forma pormenorizada, podemos destacar aquí, a título de ejemplos significativos, la tessera de bronce, diversas monedas y varias cuentas de pasta vítrea halladas en Monte Bernorio, pasando por los visibles amurallamientos y anillas de escudo celtibéricas del castro del Cincho de Yuso, pero también destaca el ornamental anillo de oro de Riocueva, incluso los vistosos elementos gráficos de Arte Rupestre paleolítico encontrados en el interior de la cavidad de Cudón, además de las llamativas vasijas pintadas tardoceltibéricas halladas en la cueva del Aspio.

El texto hace un exhaustivo recorrido por intervenciones arqueológicas llevadas a cabo, durante varios años, en diversos emplazamientos como el Cincho de Yuso en Santillana del Mar, las cuevas de Cudón en Miengo, del Aspio en Ruesga, de Cueto Grande en Mogro (Miengo), Riocueva en Hoznayo (Entrambasaguas) y el oppidum de Monte Bernorio en Villarén de Valdivia (Palencia).

Otro elemento reseñable es que las actuaciones arqueológicas, contenidas en el presente volumen, hacen referencia a épocas de la historia dispares. Así encontramos trabajos elaborados en yacimientos rupestres del Paleolítico superior como los realizados en las cuevas de Cudón y Cueto Grande, también de la Edad del Hierro como los ejecutados en Monte Bernorio, la cueva del Aspio o el castro del Cincho de Yuso. Incluso abarca épocas más recientes, tales como las actuaciones en Riocueva datadas en periodo visigodo.